"Has llegado bien?"
- cielo
- 3. Feb. 2019
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Dos mujeres blancas y jóvenes en el tren nocturno de Madurai a Kanyakumari.
Los lugareños que conocimos y de los cuales nos ganamos su cariño, no se quedan tranquilos.
Se puede imaginar cómo sus reacciones afectaron nuestro espíritu viajero. De aquel sentimiento intrépido y aventurero, después de algunas miradas preocupadas, escépticas y algunas reacciones, no quedó mucho. Aún así, no nos dejamos detener. Nos pusimos las mochilas al hombro y salimos! Después de todo no éramos y ni somos las primeras en embarcarnos en tal viaje por la India. Además, para nosotras se trataba de sólo una semana de vacaciones.
Cuando a eso de las 00:30 estábamos frente a la estación de tren en Madurai, la tensión era bastante grande. Sin embargo, cuando estuvimos dentro de la estación y vimos que había mucha gente en los andenes, que había también familias que estaban esperando el tren y guardias de seguridad en todas partes, nos quedamos más tranquilas. El único problema era la señalización y los carteles, algo que casi logra que nos subiéramos al tren equivocado. En realidad ya estábamos en un tren, en nuestros asientos, hasta que un hombre vino con el mismo número de lugar. Después de un corto tiempo de confusión y con la ayuda del buen caballero, nos dimos cuenta de que el número de tren no coincidía.
Mientras yo ya me había puesto en camino para bajar del tren, cargando ambas mochilas, Chiara, en su confusión, comenzó a analizar la situación y estaba convencida de que ella estaba en el tren correcto. Cuando me encontré en la puerta del tren y vi a Chiara de pie en el medio del pasillo, como una ráfaga volví hacia ella, la agarré por el brazo y le dije que teníamos que salir de ahí!!! "CHIARA, ESTE NO ES NUESTRO TREN!". Completamente perpleja me miró y me siguió. Afortunadamente todas las personas que entendían inglés, estaban listas para responder a nuestras preguntas y así fue que, esperamos unos minutos y llegó el tren correcto, al que nos subimos.
Las filas de "camas" del tren nocturno, tan cercanas unas a otras y tan encima unas de otras (llámese Primera Clase indú = 6ta.? Clase alemana), nos provocó un sentimiento de aún más desagradado, por lo que en lugar de cada una en una cama, nos acostamos juntas en un estante de 70 cm de ancho, con nuestros objetos de valor bajo nuestras cabezas y -mejor de lo esperado- nos dormimos.
A diferencia de cualquier otro lugar del mundo, al menos las partes yo que conozco, aquí no anuncian por altoparlante las paradas del tren y así, una hora antes de la llegada programada, parada por parada pedíamos información a nuestro entorno. Incluso aún cuando estábamos en la estación justa, delante del cartel que decía "Kanyakumari," todavía no estábamos seguras.
En lo desconocido el escepticismo probablemente supere.
Y finalmente, después de un largo paréntesis de sueño, exploramos la zona.
----------------------------- C H O Q U E C U L T U R A L -----------------------------
DEFINICION: "(estar en contacto directo con una cultura extranjera) experiencia terrible debida a la diversidad de la cultura extranjera con la realidad vivida."
Tantas personas, tanta basura, tan apretado, tan oprimente, tanto ruido, tan diferentes, demasiado extremo, demasiado, demasiado desconocido.
La pregunta "¿qué estoy haciendo aquí?", la necesidad de ir inmediatamente a casa, aparecieron en mi cabeza. De repente me encontré en un estado que nunca había sentido antes. Esto es algo difícil de describir. La cabeza está zumbando, todo parece estar girando, el corazón se pone pesado, una sensación de ruido que parece ser aplastante. Aplastamiento que viene de todos los lados. Es increíblemente difícil controlarse. Me encontraba en un muelle de piedra con Chiara y en realidad queríamos recorrerlo hasta el final, pero era increíblemente difícil para mí y todo lo que quería hacer era ir al Hotel (ya que no podía ir a casa). Escondiéndome de todo lo que aún podría esperarme en “este mundo”. De alguna manera te sientes desnudo, solo, tan vulnerable: PERSONA AJENA.
Me encontré en un torbellino de pensamientos, aparentemente infinito que, poco a poco me trajo ideas y pensamientos, los que en ese momento amenazaban con abrumarme, pero que fimalmente me llevaron a una mayor comprensión de esta cultura y su forma de vida. Y todavía lo hacen (después de poco más de tres semanas). Aprendes a hacer esto todos los días en la vida. Creo que en la rutina cotidiana esto sucede de manera inconsciente y en situaciones tan extremas muy concientemente. Porque es la experiencia, es lo vivido lo que nos forma, nos hace lo que somos y nos convierte en quienes seremos. Así es como funciona la vida.
Así fue que realmente aprendí lo que significa “llegar a un lugar”.
¡Hablo de mí misma, no en general! Cada uno experimenta y siente la vida diferente. Nadie será capaz de ponerse al 100% en el lugar de otra persona, sólo podemos acercarnos a lo que otro experimenta o ha experimentado, compartiendo e intercambiando nuestras experiencias y hablando de ello.
Llegar (a una cultura diferente): primero el ser conscientes, de estar en el lugar/en el ahora. Las circunstancias, la cultura, el hábitat, el modo de vida en el que te encuentras; el ver, el conocer y el valorar y, lo más importante, trabajar mentalmente todo esto.
Finalmente, “llegar“ para mi significaría que todo lo que conforma este país y su cultura se convierta en vida cotidiana, en normalidad. Y que uno mismo se convierta así en parte del todo.
Sin embargo, me encuentro en una situación distinta ya que estoy aquí en la India por "sólo" tres meses. Por eso creo que nunca voy a terminar de “llegar aquí”. Pero puedo acostumbrarme, lo mejor que pueda, y tratar de involucrarme en aprender de ella y sin duda alguna llevarme algo (mi versión) conmigo también.
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La semana en Kanyakumari (debido a la conmoción cultural) fue demasiado para mí y puedo considerarme afortunada de que Chiara fue tan comprensiva conmigo, aceptando y respetando mi situación. Dormimos mucho, hablamos y salimos sobre todo en la tardes y las tardecitas para explorar la zona. Visitamos tres hermosos templos y vimos siempre la puesta de sol (mi Highlight) y cada día le sacamos el polvo a la calle de compras/mercado... y probablemente, comimos mucho!
A pesar de que a veces nos sentimos como si fuéramos nosotras la atracción turística, ya que nos miraban desde todos lados y "discretamente" nos fotografiaban o nos pedían selfies, pudimos disfrutar del tiempo.
Chiara y yo llegamos a conocernos durante esta semana y nos encariñamos mutuamente (personalmente nos conocíamos desde hacía dos días).
Kanyakumari me enseñó a valorar a “Pilz Home" y ahora me siento más como en casa. Antes de que me fuera a esa ciudad, yo sólo había estado aquí dos días. ”Pilz Home” es ahora mi lugar, donde me siento protegida, un lugar pacífico e idílico que mis 57 chicas hacen que parezca más cordial y acogedor.
India, ahora estoy aquí!
Q experiencia chiquita mia!!!